martes, 26 de febrero de 2008

cosmologia aristotelicamediaval y cosmologia del reracimiento



La cosmología aristotélica data de las primeras fases de desarrollo de su pensamiento, y se puede observar en ella una clara influencia platónica. En sus obras "Sobre el cielo" y "Sobre la generación y la corrupción", así como en algunos libros de la "Física", se exponen sus ideas fundamentales al respecto. El universo, que es finito y eterno, se encuentra dividido en dos mundos, el sublunar y el supralunar, reproduciendo de esta forma en cierto modo el dualismo platónico, cada uno de ellos con características bien distintas.


El mundo sublunar, en efecto, está formado por los cuatro elementos y sometido a la generación y a la corrupción, es decir al cambio y al movimiento. El mundo supralunar, por el contrario, está formado por una materia especial, incorruptible, el éter o quintaesencia, que solamente está sometido a un tipo de cambio, el movimiento circularen, clara oposición a los cuatro elementos de los que está formado el mundo sublunar. La Tierra, que es una esfera inmóvil, se encuentra en el centro del universo y, alrededor de ella, incrustados en esferas concéntricas transparentes, giran los demás astros y planetas, arrastrados por el giro de las esferas en que se encuentran y que están movidas por una serie de motores que deben su movimiento a un último motor inmóvil, que actúa directamente sobre la última esfera, más allá de la cual ya no hay nada, la llamada esfera de las estrellas fijas que es movida directamente por el motor inmóvil, y que transmite su movimiento a todas las demás esferas y al mundo sublunar.


El principal pensador de la época hispanorromana fue Séneca. Sus ideas cosmológicas están contenidas en su tratado Naturaliam Quaestionum libri VII, obra de su ancianidad, llegada incompleta a nosotros. Sigue las líneas generales de la Cosmología estoica, por lo que sólo destacaremos dos afirmaciones suyas un tanto proféticas: a) Al tratar de los planetas cita los cinco conocidos en sus tiempos, de Mercurio a Saturno, y admite la posibilidad de existencia de otros ignotos; b) Se opuso a la concepción aristotélica de que los cometas eran el producto de exhalaciones emanadas de la Tierra, que se aglomeraban en la bóveda celeste, siendo inflamadas por el calor solar, por lo que su duración era efímera. Para Séneca, anticipándose con ello diecisiete siglos al saber humano, los cometas son obras eternas de la Naturaleza, que describen una órbita definida, aunque ignorada por nosotros. Esta tesis senequista mereció la aprobación y aplauso de Laplace.
Moderato de Gades, neopitagórico, tiene una cosmogonía de índole emanatista que, posiblemente, influyera en Plotino. De la Razón Universal, y a través de la Cantidad Ideal y de la Cantidad Real, se derivan por emanación todos y cada uno de los seres singulares del Universo.
Prisciliano mantiene una cosmología dualista, de clara influencia maniquea, mediante la cual quiere solventar el problema del mal. La materia es eterna; de ella y con ella el Principio del Mal forma el mundo visible, al que gobierna mediante sus subordinados.

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